viernes, 13 de julio de 2012

Tan grande y tan desconocido

Mirar al océano y decir: "¡Qué grande es y que pequeños somos!". Nos creemos los reyes del mundo, mientras que solo somos un átomo de polvo en este universo. Lo piensas y te mareas. Sin darte cuenta, ya se te ha metido esa idea en la cabeza y no hay manera de sacarla. Sin darte cuenta, ya te has puesto a pensar: "¿Qué pasaría si ...? o ¿Porqué ...?". Ya has entrado, y no te lo puedes quitar de la cabeza. Piensas en cómo habrá podido ocurrir y es algo magnífico, la naturaleza. Te acabas dando cuenta de que es verdad, pero hubieses preferido no haber pensado en ello nunca, porque nos hace tan, tan, tan diminutos, que hasta da miedo. A veces, por una milésima de segundo, deseas no haber conocido a nadie, porque al final todos se acaban yendo, aunque de qué servirían los sentimientos, si no los hubieses podido expresar hacia nadie... Hay tantas preguntas sin respuesta. Y tantas respuestas sin pregunta. Y tan sólo el hecho de pensar que solo utilizamos del 8 al 11% de la inteligencia, te dan escalofríos.

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