jueves, 20 de junio de 2013

Estamos rodeados por ilusionistas

 Me encanta saber que hay alguien que siempre va a estar ahí. Me encanta pensar que va a ser para siempre. Me encanta cuando me dicen que soy distinta. Pero hay veces en las que nos sentimos solos y no sabemos por qué. Eso nos ocurre al pensar, al pensar que no siempre las mismas personas serán las que están a tu lado. Cuando veo las personas a las que quiero me dan ganas de pararlo todo a mi alrededor y disfrutar el momento. Me desmotivo al saber que mis seres queridos se irán, tarde o temprano, pero se irán y espero no estar sola para afrontarlo. En el fondo, siempre estamos solos, las personas suelen fingir que les importan tus problemas, pero en realidad lo que les importa es no estar solos. Nacemos solos y morimos solos, nadie nos puede acompañar en el momento en que empieza nuestra vida y mucho menos en el momento en que la dejamos. Está bien tener amigos y familiares, pero muchas veces necesitamos estar solos para poder pensar y que los que nos rodean no alteren nuestras ideas. Siempre influyen en nuestras decisiones, pero nunca podrán tomarlas por nosotros.

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